Cristo Yacente. Estampa con sabor añejo es la que la Hermandad del Santo Entierro nos ha regalado con el novedoso altar de cultos que han preparado para celebrar el Solemne Triduo en honor de sus Sagrados Titulares.
Del 25 al 27 de febrero la Iglesia Parroquial del Divino Salvador acogía en el lado de la Epístola del crucero un elegante y trabajado altar de cultos. Esta cofradía del Santo Entierro, centraba el conjunto bajo el dosel de cultos de la Hermandad, luciéndose el Señor en un lugar privilegiado, en la parte superior del altar, debajo de la cruz, concretamente desde donde lo descendieron. Flanqueando al Stmo. Cristo Yacente, se encontraban la Stma. Virgen de la Soledad.
María Stma. de la Soledad que lucía sobre sus sienes la diadema que anualmete reposa sobre su cabeza, mostrándose la Stma. Virgen de la Soledad muy bella, manteniendo en su forma de vestir el fino gusto que muestran su camareras.
El altar se completaba con una abundante candelería que con su luz iluminaban este dramático conjunto pasionista. El exorno floral se centraba en dos finas jarras de claveles rojos en forma cónica, con el que se completaba la parte superior, por lo contrario cuatro conjuntos florales compuestos mayoritariamente por claveles.
Fotos: Miguel D.
Del 25 al 27 de febrero la Iglesia Parroquial del Divino Salvador acogía en el lado de la Epístola del crucero un elegante y trabajado altar de cultos. Esta cofradía del Santo Entierro, centraba el conjunto bajo el dosel de cultos de la Hermandad, luciéndose el Señor en un lugar privilegiado, en la parte superior del altar, debajo de la cruz, concretamente desde donde lo descendieron. Flanqueando al Stmo. Cristo Yacente, se encontraban la Stma. Virgen de la Soledad.
María Stma. de la Soledad que lucía sobre sus sienes la diadema que anualmete reposa sobre su cabeza, mostrándose la Stma. Virgen de la Soledad muy bella, manteniendo en su forma de vestir el fino gusto que muestran su camareras.
El altar se completaba con una abundante candelería que con su luz iluminaban este dramático conjunto pasionista. El exorno floral se centraba en dos finas jarras de claveles rojos en forma cónica, con el que se completaba la parte superior, por lo contrario cuatro conjuntos florales compuestos mayoritariamente por claveles.
Fotos: Miguel D.
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