15/08/15

Madre, un año más... Llegó el día.

Madre, llegó el Día, por fin se consuma esta espera de amor que cada año sueña tu pueblo, pues no ha sido más que eso, un sueño que, como cada 15 de Agosto, se ve realizado una vez más. Dentro de pocas horas de nuevo tus hijos podrán verte caminar entre ellos, atrás quedan las tardes de novena, en la que una tras otra suena en nuestro corazón «ya queda un día menos, esto está aquí ya», también quedan en el recuerdo, un año más, esas salves, que con más cariño que otra cosa, te cantan las mujeres del rosario todas las mañanas, en la aurora del amanecer, para que les ilumines su quehacer cotidiano. Que te voy a decir a Ti, Señora mía, que tú no sepas ya.
El Cielo de nuevo viste sus galas, y la Hermosa Luna vuelve a reflejar su luz para ponerse a tus pies. De nuevo se volverá a dar la paradoja de la bajada de la Virgen en el día en el que se celebra que fuiste asunta a los Cielos, donde te aman mejor.
Este año te veo diferente, no sé qué será, si el brillo de la plata de tu paso, o la elegancia del altar de novena, tal vez sean más mis ojos que otra cosa, o que tus camaristas han puesto más ganas e ilusión aun si cabe, aun así lo que si es cierto es que estas «puchra ut Lunae» (hermosa como la Luna), como te reflejan las fotos antiguas, como le cuentan las abuelas a sus nietos, como te vieron de niño nuestros padres, y como una vez más, podrá contar esta generación a la que le sigue.
Luna Hermosa, despiértanos de este sueño de esperanza, para poder dormirnos otra vez en tus brazos y bajo la protección de tu manto, no nos dejes, Señora nuestra, en este, nuestro valle lágrimas, intercede por nosotros, para que algún día podamos subir para acompañarte, en un 15 de Agosto eterno, en el que todos veremos cómo brilla en ti la Luz del mundo, ese Niño que vas mostrando a todos, el Divino Salvador, que es el que nos hace posible estar tu lado.

No hay comentarios: